La UPSA acaba de lanzar el primer grado universitario en Seguros en España, ¿cuáles son los motivos que llevaron a la Universidad a plantearse este nuevo grado?

El  Grado en Seguros y Finanzas, que ahora lanzamos, da continuidad a los títulos de la UPSA que se impartieron como licenciatura y diplomatura en la sede de Madrid desde 1992. Se adapta así al nuevo marco universitario la formación que ya se impartió con éxito. El objetivo general del Grado en Seguros y Finanzas es formar profesionales capaces de desempeñar labores de dirección, gestión, asesoramiento y valoración en asuntos relacionados con la actividad de las entidades aseguradoras y bancarias. La formación de grado se complementa con formación de posgrado, como el máster en seguros y gerencia de riesgos, dirección aseguradora y, en el futuro, máster en práctica actuarial, derecho de seguros y un amplio abanico de cursos propios monográficos

Ustedes son pioneros en este grado en nuestro país, ¿por qué creen que el sector asegurador no ha sido interesante para las universidades en España hasta ahora?

Puede haber dos razones: la primera, que antes de la regulación universitaria de Bolonia, los títulos universitarios eran “estándar” y las universidades no tenían liberad para la composición de los planes. Con Bolonia esto cambia y las universidades tienen libertad para establecer los títulos  que crean oportunos para cubrir las necesidades formativas detectadas. La segunda, es que el sector asegurador ha estado “fagocitado” por el financiero, situación injusta pues por su importancia económica, 5,4 % del PIB, y complejidad es necesaria una formación específica de grado y posgrado. Todos los que trabajan en el sector reconocen que la formación de origen recibida por las titulaciones tradicionales debía ser completada con una específica cuando se empezaba a trabajar en el sector.

¿Cómo han planteado el nuevo grado universitario, en cuanto a temario, programa, sedes en las que se imparte y profesorado?

Se impartirá en el campus de Madrid. El programa combina asignaturas troncales de los grados de ciencias jurídicas y sociales y específicas del sector del seguro y las finanzas; esta es la novedad de este grado. El claustro de profesores estará compuesto por una mezcla equilibrada entre profesores con un perfil más académico, como exigen las agencias de calidad, y profesionales que impartirán las asignaturas específicas de seguros y finanzas.

¿Qué objetivos se plantean en cuanto a número de alumnos y licenciados finales por curso?

Somos una universidad privada pero sin ánimo de lucro, con lo que nuestra prioridad es poder ofrecer unos estudios de calidad, por eso el máximo serán 60 plazas por curso, que creemos necesarios para la economía y la sociedad.

“El papel de la Universidad es decisivo para atraer talento al sector asegurador y retener el talento ya existente formándolo de manera continua a través de posgrados”

¿Cómo piensan interactuar con el sector asegurador para conseguir que su grado tenga una vertiente práctica?

La interactuación con el sector no debe ser sólo en el grado si no en toda la actividad de la Universidad. Por eso hemos creado lo que llamamos Corporate Universitas y en la que se centrarán todas las actividades universidad-empresa, tales como: prácticas de los alumnos en empresas, búsqueda de profesores profesionales, transferencia de conocimiento a través de trabajos de investigación, cátedras, colaboración de las empresas en las asignaturas a través de los Labs, desde primero, etc.

Tradicionalmente, el seguro no ha sido un sector atractivo para los jóvenes universitarios, ¿creen que ha cambiado algo en los últimos años?

Estudios recientes nos demuestran que al igual que muchos sectores tradicionales, el sector seguros no es atractivo  para los jóvenes. Sin embargo, es un sector que ofrece múltiples salidas profesionales para diversas disciplinas y con unas condiciones laborales envidiables. Recordemos que el 98% de los trabajadores del sector tienen contrato fijo, existe prácticamente paridad entre hombre y mujeres y, cuando se enfrenta a una recesión, el sector ha demostrado una fortaleza muy superior al de otros sectores, especialmente el financiero. Somos conscientes que al poner este grado en marcha nos sumamos al esfuerzo del sector en su conjunto a mejorar la percepción del sector en la sociedad y sobre todo entre los jóvenes.

Desde Unespa, se insiste en que el sector asegurador ofrece la tasa de empleo fijo mayor de España y altas probabilidades de promoción profesional y laboral, ¿cómo se puede hacer llegar esto a los jóvenes que van a iniciar una carrera?

Este es el gran reto del sector y sólo se consigue con mucha difusión, en la que nosotros participaremos al promocionar nuestros estudios.

En los últimos años, desde el sector asegurador, se advierte de las mayores dificultades para atraer talento al sector, ¿cómo puede ayudar la universidad a paliar este problema?

El papel de la Universidad es decisivo en dos niveles. Primero, para las nuevas incorporaciones al captar a jóvenes que desde el primer año de grado quieran especializarse en el sector y segundo, para retener el talento ya existente formándolo de manera continua a través de posgrados.

Durante los años de la crisis, se ha demostrado que el sector asegurador es mucho más estable que el sector financiero, envuelto en numerosos escándalos y desapariciones o intervenciones de entidades, sin embargo éste último parece seguir teniendo un imán de atracción sobre los jóvenes licenciados, ¿por qué creen que ocurre esto?

Un periodo de tiempo concreto es difícil que borre la percepción de muchos años. Nosotros incidimos en la extraordinaria diversidad de disciplinas que el seguro necesita  y que deben formarse de manera específica a través de grados y posgrados.

El sector asegurador vive un intenso proceso de transformación digital que requiere de otro tipo de profesionales diferente a los tradicionales, ¿cómo pueden ayudar ustedes en este terreno a mejorar las capacidades y el talento digital del sector asegurador? 

Este es un reto general de la universidad europea: ofrecer toda su formación capacitando a los alumnos para incorporarse a un entorno digital que evoluciona rápidamente. No se trata solamente de formarles en capacidades digitales sino enseñarles a adaptarse al nuevo entorno económico en el que se desarrollarán como profesionales, sin descuidar la importantísima formación emocional que les permitirá ser mejores compañeros de trabajo y, en definitiva, mejores personas.